Camboya ¿por qué no lloras por tus niños?

Una dramática carta de una extranjera a The Cambodia Daily nos hace preguntarnos las razones por las cuales los crimenes en contra de los niños pasan tan indiferentes en la sociedad camboyana. El 6 de enero una noticia nos horrorizó: el cuerpo de dos niñas de 12 y 14 años fueron descubiertas en un bosque de Pursat. Los cuerpos inertes y quebrantados estaban suspendidos de un árbol. Su familia las había estado buscando varios días atrás. Las niñas fueron abusadas, asesinadas y colgadas del árbol. Varios meses atrás otra menor había sido asesinada en situaciones similares. Lo que se pregunta Mary Olsen, consejera del Centro de Atención para la Mujer de Camboya es la indiferencia que el crimen causa tanto en la sociedad en general como los organismos de Estado. No hubo una nota de condena ni una manifestación de repudio general en Camboya.

Casos como las niñas de Pursat evidencian una realidad cruda en el país: el maltrato y abuso infantil frente a una sociedad más preocupada en hacer dinero a toda costa que en proteger a sus propios niños.

Olsen invita a los camboyanos: «Despierta nación, Camboya. Despierta y captura a esos moustruos que destrozan a vuestros niños en pedazos«.

Por lo general los medios de comunicación internacional resaltan los casos de abuso infantil que se presentan en países como Camboya o Tailandia perpetrados por extranjeros. Como mensaje dirigido a los individuos que entran en países como estos para depredar menores de edad, está bien. Es necesario enviar el mensaje de que se lucha para que semejante crimen no quede en la impunidad, al menos en lo más posible dentro de los límites.

Pero tambien es cierto que los casos de extanjeros se utilizan para ocultar una realidad más cruda: el 90 por ciento de los crimenes en contra de los niños no son realizados por extranjeros, sino por los propios nacionales. Es fácil pues utilizar el caso de los extranjeros como un chivo expiatorio que oculta los casos más graves como este de Pursat.

¿Quién asesinó a estas dos niñas? ¿Qué se está haciendo para descubrir a los culpables y llevarlos a la justicia?

Si esto hubiese pasado en España o incluso en América Latina, la sociedad misma hubiese hecho una gran manifestación horrorizada por el caso y pidiendo justicia. Aquí se anunció la noticia y como si nada. ¿Será que aún no pasa el fantasma del regimen cruel de los jemeres rojos y la gente sigue con miedo a protestar? ¿Será que hay que esperar 30 años para castigar a los asesinos de esas dos niñas y de todos los niños que han sido y son víctimas de esta clases de críminales? ¿Será que Camboya necesita que sean los extranjeros que les recuerden que son ellos los primeros responsables del cuidado de sus propios niños?

Camboya, despierta por favor, en nombre de tus niños inocentes.